Este año, la TRG arrancará con un show de los amigos de Codely en el que plantearán a los asistentes una hipótesis muy interesante: si un accidente de coche te hiciera pasar 10 años en coma ¿qué pensarías del sector informático si despertases hoy e intentaras reincorporarte a tu trabajo?
No tengo ni idea de cómo lo enfocarán Javi y Rafa —supongo que orientado al día a día de un programador en cuanto a lenguajes, tecnologías y herramientas—, pero a mí me parece un ejercicio apasionante tratar de adivinar qué me sorprendería más de esta industria informática, si hubiese pasado 10 años en una realidad paralela.
Seguro que lo primero que haría sería meterme en redes sociales para retomar el contacto con familia y amigos, solo para descubrir que Tuenti ya no existe, Facebook se llama Meta y Elon Musk ha transformado Twitter en X. Aunque eso daría igual, porque lo que ahora pega fuerte es algo nuevo llamado TikTok donde la gente sale bailando.
Pero el primer shock de verdad llegaría al abrir el portátil que me enviarían —la startup en la que trabajaba en Madrid, después de algo llamado COVID, implementó el trabajo remoto— para encontrar instalado Visual Studio Code, un IDE open source… ¡de Microsoft!, que ni siquiera existía antes del accidente.
Una Microsoft que volvería a sorprenderme al tratar de recuperar el acceso a mis repositorios de código, solo para enterarme de que compró GitHub hace 7 años y no solo no lo ha destrozado, sino que lo ha mejorado.
Parece ser que ahora «los malos» son los de Google. Han sufrido bastantes polémicas internas —por ejemplo, ceder a la censura a cambio de hacer negocios en China—, y están metidos en un feo juicio antimonopolio. El mundo al revés. Al menos el mundo que yo conocía.
Pero, evidentemente, lo que más me impactaría sería el uso de la Inteligencia Artificial en el ciclo de desarrollo de software. Mis compañeros ya no intentan resolver sus dudas en StackOverflow sino que preguntan directamente a herramientas como ChatGPT, creada por una compañía que no existía cuando entré en coma.
Menos mal, porque tendría que ponerme las pilas. Jero me ha puesto a mantener las antiguas aplicaciones que programamos con Java, pero ahora Node se ha convertido en la plataforma más popular.
JavaScript en el servidor, jamás habría apostado un duro por su éxito. Al menos, el uso de TypeScript también se ha convertido en un estándar.
Hace diez años, lo cool era programar en Ruby y desplegar en Heroku. Le pregunté a Yeray que cómo había quedado todo eso, pero solo me respondió con una sonrisa melancólica.
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