Ya lo anticipaba Gothmog, la edad de los blogs termina. El tiempo de TikTok ha llegado.
 
Dentro de 9 días exactamente, la plataforma de blogging TypePad cerrará para siempre y, con ella, cientos de miles de posts se perderán como lágrimas en la lluvia.
 
Para la mayoría, TypePad no os sonará de nada, pero los más viejuners recordarán que —en su momento— era una de las herramientas digitales más cool de la industria. El ChatGPT de su tiempo. El Canva del momento.
 
No fue la primera, pero si una de las pioneras. Open Diary abrió en 1998, Live Journal y Blogger en 1999; y Movable Type —el software de publicación de blogs que usa TypePad— en 2001, hace 24 años. Que la primera versión de WordPress no llegará hasta dos años más tarde, da una idea de hasta qué punto aquello era el paleolítico digital.
 
El cierre de TypePad —que, en sus buenos tiempos, usaban algunas de las cabeceras más importantes del mundo, como Wired, la BBC o El País— es un punto de inflexión. Una herida más al blog, al que periódicamente se da por muerto. Pero ¿de verdad lo está?

Lo cierto es que el blogging nunca ha estado más vivo en términos absolutos. Existen 600 millones de blogs y cada día se publican entre 7 y 8 millones de posts, la clave es quién los escribe… y los consume.
 
El 89 % de las empresas usan los blogs como canal de distribución de contenidos, pero ¿cuántos particulares lo hacen? ¿Cuándo fue la última vez que uno de vuestros amigos os recomendó un blog en vez de una newsletter, un podcast o un canal de YouTube?
 
El problema es que la atención que puede prestar la gente no ha crecido tanto como los canales que compiten por la misma. En 2004, un post que tardara en leerse 5 minutos podía viralizarse en Technorati. Hoy, compite contra vídeos de 15 segundos con música pegadiza, subtítulos y efectos visuales.
 
En 2023, HubSpot —una compañía especialmente interesada en convencerte de que el contenido escrito lo sigue petando, porque vende software para que lo gestiones— publicó un estudio en el que concluía que el 83 % de los usuarios de Internet leían un blog al menos una vez al mes y un 18 % al menos una vez al día.
 
Pero fijarse en esa estadística sería igual de estúpido que fijarse en el dedo cuando el sabio señala a la Luna. Porque lo importante no es la frecuencia con la que alguien visita un canal, sino la atención que le dedica.
 
Según otro estudio de DemandSage, el estadounidense medio pasa 54 minutos al día en TikTok y casi 49 en YouTube. Ya os digo yo que, según un concienzudo informe de la Universidad de Yomismoconmimecanismo, NI DE COÑA la persona media pasa 49 minutos leyendo blogs al día, sea estadounidense o de Mondoñedo.
 
Porque esos nuevos canales han condicionado nuestra forma de consumir contenido. Aproximadamente, se tarda 5 minutos de media en leer un artículo de 1.200 palabras. Cuando escribo una Bonilista de más de 1.000, las menciones en X bajan más de un 40 %, independientemente de que esté mejor o peor escrita; o que el tema sea más o menos interesante. La de hoy no llegará a 700 y no tengo duda de que muchos lectores la sentirán «larga».
 
Sin embargo, gracias a la IA y a las herramientas de las propias plataformas, crear un video de 5 minutos cuesta un orden de magnitud menos que redactar un texto original. ¿Qué motivación tendría alguien que empiece hoy a crear contenido para hacerlo?
 
Por eso, el cierre de TypePad no es más que el enésimo «canario en la mina» que señala que hemos llegado al fin de una era. El contenido digital es cada día más audiovisual. Otro informe de 2023 desvela que el pico de posts diarios se alcanzó en 2018. Hoy se publican menos de la mitad.
 
Los textos largos siempre tendrán su público —claro que sí— al igual que los discos de vinilo siempre tendrán su nicho de mercado, pero nicho, al fin y al cabo. Así que, asumámoslo, la edad de los blogs termina. El tiempo de TikTok ha llegado.

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